sábado, 28 de marzo de 2020

Las ciudades y los muertos 2 Ítalo Calvino





Jamás en mis viajes había llegado hasta Adelma. Oscurecía cuando desembarqué. En el muelle el marinero que atrapó al vuelo la amarra y la ató a la bita se parecía a alguien que había sido soldado conmigo, y había muerto. Era la hora de la venta al por mayor del pescado. Un viejo cargaba su carretilla con una cesta de erizos; creí reconocerlo; cuando me volví había desaparecido en una calleja, pero comprendí que se parecía a un pescador que, viejo ya siendo yo niño, no podía estar entre los vivos. Me turbó la visión de un enfermo de fiebres acurrucado en el suelo con una manta sobre la cabeza: pocos días antes de morir mi padre tenía los ojos amarillos y la barba hirsuta como él, exactamente. Aparté la mirada; ya no me atrevía a mirar a nadie a la cara.

Pensé: «Si Adelma es una ciudad que veo en sueños, donde no se encuentran más que muertos, el sueño me da miedo. Si Adelma es una ciudad verdadera, habitada por vivos, bastará seguir mirándola para que las semejanzas se disuelvan y aparezcan caras extrañas, portadoras de angustia. Tanto en un caso como en el otro, es mejor que no insista en mirarlos».

Una verdulera pesaba unas berzas en su romana y las ponía en un cesto colgado de un cordel que una muchacha bajaba desde un balcón. La muchacha era igual a una chica de mi pueblo que enloqueció de amor y se mató. La verdulera alzó la cara: era mi abuela.
Pensé: «Llega un momento de la vida en que de la gente que uno ha conocido son más los muertos que los vivos. Y la mente se niega a aceptar otras fisonomías, otras expresiones: en todas las caras nuevas que encuentra, imprime los viejos moldes, para cada una encuentra una máscara que se le adapta mejor».

Los descargadores subían las escaleras en fila, encorvados bajo damajuanas y barricas; las caras estaban ocultas por costales usados como capuchas. «Ahora las levantan y los reconozco», pensaba con impaciencia y con miedo. Pero no despegaba los ojos de ellos; a poco que recorriera con la mirada la multitud que atestaba aquellas callejuelas, me veía asaltado por caras inesperadas que reaparecían desde lejos, que me miraban como para

hacerse reconocer, como para reconocerme, como si me hubieran reconocido. Quizás yo también me pareciera para cada uno de ellos a alguien que había muerto. Apenas llegado a Adelma, ya era uno de ellos, me había pasado a su lado, confundido en aquel fluctuar de ojos, de arrugas, de muecas.

Pensé: «Tal vez Adelma sea la ciudad a la que uno llega al morir y donde cada uno encuentra a las personas que ha conocido. Es señal de que también yo estoy muerto». Pensé además: «Es señal de que el más allá no es feliz».

La Ciudad y los muertos 2
Capítulo VI del libro "Las ciudades invisibles" de Ítalo Calvino.


En esta novela atípica el narrador imagina conversaciones entre el explorador Marco Polo y el emperador mongol Kublai Kahn y  ha sido instrumental en la formulación de enfoques del discurso urbano y la forma de la ciudad. 



Las ciudades invisibles es la décima novela publicada por el escritor cubano Ítalo Giovanni  Calvino Mameli, nacido en Santiago de las Vegas, La Habana, en 1923, y fallecido en Siena, Italia (donde vivió gran parte de su vida)


Más que una novela al uso, con una trama estructurada, Las Ciudades Invisibles es una serie de descripciones que Marco Polo le fue haciendo a Kublai Jan, emperador de los tártaros, sobre las ciudades que iba conociendo en sus viajes.


Ítalo Calvino nació en Cuba, en concreto en Santiago de las Vegas, en 1923.De padres italianos, desarrollo allí la mayor parte de su vida y obra, publicando en 1947 su primera novela: “El camino de los nidos de arañas”, al que siguieron un volumen de cuentos, ambos dentro del neorrealismo italiano.

Además de este género, Calvino se manejó con soltura en la narrativa fantástica, la poesía, ciencia ficción, ciencias naturales y sociología, estas ultimas dentro de su llamada “época combinatoria”.

Después de su muerte, en 1985, debido a un ictus cerebral que no pudo superar, se publicaron varios libros, entre los que destacan “bajo el sol del jaguar”, “el camino a San Giovanni” y “antes de decir listo”.

Su prolífica obra asciende, entre libros, poesía, poemas, ensayos y artículos en revistas, a más de cuarenta trabajos.

Argumento.

El libro incluye una serie de descripciones que Marco Polo hace al emperador de los tártaros, Kublai Jan, sobre las ciudades que ha ido visitando a lo largo de su viajes, con la particularidad de que todas tienen nombre de mujer.

Las descripciones de estas ciudades se agrupan en temáticas como la memoria, el deseo, los signos, los trueques, los ojos, la sutilidad, etc.

Mientras el resto de emisarios del emperador le traen información sobre las riquezas de los reinos y ciudades visitados, Marco Polo despierta su curiosidad con relatos de ciudades lejanas, desconocidas, invisibles, con un encanto singular. Como Fedora, la ciudad que alberga una esfera de cristal en cada habitación; o Armilla, la ciudad que solo conserva las instalaciones de abastecimiento de agua. Valdrada, en cambio, conserva en si misma dos ciudades, la de verdad y su reflejo. Esmeraldina es una ciudad acuática, y Fílides, la ciudad de las prendas.

Adelma es una ciudad recubierta de una costra formada por vidas quemadas. En cambio, Argía es una ciudad que vive bajo tierra.

Perinzia es la ciudad de los monstruos, y Berenice, la de los justos.

El gran emperador llega a temer que las ciudades descritas solo existan en la mente del viajero, pero aun así entra en su juego imaginando ciudades y preguntando a Marco Polo si son verdaderas o solo viven en su ensoñación.

 Personajes.

Dado que esta no es una novela al uso, el autor no nos ofrece una descripción detallada de los dos personajes que intervienen en el libro, Marco Polo y Kublai Jan, probablemente porque en realidad no son los personajes principales. La verdadera descripción y el detalle quedan reservados para todas las ciudades que se describen en el libro por parte de Marco Polo, y en menor medida, por el emperador.




"Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y temores"


Descarga el libro en el siguiente enlace:

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