Ejercito Español - Diccionario terminos militares.pdf by alferga
Exposición y protesta que hace Elisa A. Lynch, Buenos Aires, Imprenta Rural año 1875 by Anonymous dblpa1jA
José Maria Rosa. - La Guerra del Paraguay y Las Montoneras Argentinas. Comprimido en PDF (1) (1) by Azuluna Calíope
Las rutas de eros La trata de blancas en el Atlántico Sur. Argentina, Brasil y Uruguay (1880-1932) de Yvette Trochon, Montevideo, Taurus, 2006, 512 págs, ISBN 9974-95-091-0
Continuará: Oesterheld Solano López y El Eternauta (capítulo completo) - Canal Encuentro
Entrevista a Solano López ,el dibujante de El eternauta
Programa de Canal Encuentro Argentina
Conducción :Juan Sasturain
Héctor Oesterheld es el autor de "El Eternauta", la historieta de aventuras más importante e influyente que se produjo en nuestro país. Fue una novedad para la época: una historieta de ciencia ficción ambientada en la Argentina.
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Entrevista a Héctor Germán Oesterheld - enero 1976
ntrevista realizada a H.G.O. por Martín García en 1976 para Radio Belgrano, donde repasa su historieta más famosa, "El Eternauta", creada junto al Maestro Francisco Solano López.
El audio estuvo perdido por mucho tiempo, pero en los últimos años fue recuperado gracias a un "coleccionista de sonidos", que compartió este documento histórico imprescindible para los amantes de la Historieta en general y de la obra de Oesterheld.
Historias en Viñetas
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Juan Sasturain | El Eternauta: del papel a la pantalla 🎙️ ENTREVISTA en Cosa Ñoña | EN LA RADIO
Pasó Juan Sasturain por Cosa Ñoña para hablar de El Eternauta, la obra de Oesterheld y su mirada de la serie.
Cosa Ñoña se emite todos los sábados de 12 a 14 horas (ARG) por Futurock.
Conducen Werner Pertot y Alejo Zagalsky
Instagram y Twitter: @cosanona
2025
El Eternauta capitulos del 01- 12
Audiolibro
El Eternauta radio pública
Radio Provincia de Buenos Aires
Oesterheld Secretos de familia 28 mayo de 2017
DOCUMENTAL DE MAGDLENA RUIZ GUIÑAZU
Filosofia aqui y ahora Especiales Germán Oesterheld Capítulo 2 Temporada 6
@unacharliee Alejandro Dolina, escritor argentino #literatura #leer #reflexion #dolina #alejandrodolina #diadellibro #díadellibro #libro #historiadellibro ♬ sonido original - Más allá del librero 📚
(Alcalá de Henares, Madrid, España, 1547 - Madrid, España, 1616)
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La pipa de Kif Ramón del Valle Inclan
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Descripción de 'La tía Julia y el escribidor', el melodrama como obra de arte
Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) es el autor de 'La ciudad y los perros', 'La casa verde', 'Conversación en La Catedral', 'La guerra del fin del mundo', o 'La Fiesta del Chivo'. También ha escrito obras de teatro, relatos, estudios, ensayos y libros de memorias. Ha obtenido los galardones literarios más importantes, desde el Premio Nobel en 2010, hasta el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias, el PEN o el Cavour. 'La tía Julia y el escribidor' se publicó en 1977.
25 jul 2023
Presentación del libro "Los genios" del escritor y periodista Jaime Bayly en la Feria Internacional del Libro 2023, a cargo de Revuelta Editores.
Apuntes para una "Genealogía de Mario Vargas Llosa"
El 13 de abril falleció el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ,nacido en Arequipa, 28 de marzo de 1936, Perú.
A propósito de este hecho me motivó a reseñar unas notas relacionadas con la genealogía del escritor ,uno de mis favoritos y del cual he leído varios de sus libros.
En esta publicación citaré algunas cuestiones relacionadas con sus relaciones familiares con dos de sus esposas y como estas fueron plasmadas en sus obras .
Para estar acorde con los tiempos de lectura de esta época, solo mencioanaré algunas "píldoras genealógicas y literarias" como se llamaban antiguamente en las revistas y diarios a la vez de dejarles enlaces a las obras del autor que se relacionan con sus tramas familiares de ficción y vinculadas a su vida real.
Artículo Por Juan Carlos Soto (Arequipa) y Pedro Castro (Piura). en La República 10 de octubre de 2010
Tras los pasos del Nobel de Literatura. Las tres ciudades que marcaron su vida.
El escritor nació en la Ciudad Blanca , pero su talento germinó entre su viaje a Bolivia y su retornó al Perú. Aquí un repaso de esos primeros años.
Por Juan Carlos Soto (Arequipa) y Pedro Castro (Piura). La República
10 de octubre de 2010
“Siempre me sentí muy arequipeño y creo que las bromas que se dicen por ahí –que somos arrogantes, antipáticos y hasta locos– se deben a que nos tienen envidia”. De esta forma, Mario Vargas Llosa (MVLl) reafirma su identificación con la ciudad que lo vio nacer hace 74 años, aunque los recuerdos de esa residencia mistiana hoy sean casi nulos. Tenía menos de un año cuando su familia materna partió a Cochabamba (Bolivia).
Hasta los 10 años, este niño caprichoso y dientón se crió con los tíos y abuelos maternos; luego rrumpiría su padre Ernesto Vargas Maldonado y lo arrancaría de cuajo de ese mundo lleno de mimos y engreimientos.
Los Llosa son originarios de Arequipa, la patria chica sacudida por terremotos, revoluciones y pretensiones de independencia. En los almuerzos dominicales, aquellas situaciones eran temas obligados de conversación. Así aprendió Mario a querer esta ciudad y así también adquirió el carácter volcánico.
MVLl, en su libro de memorias, desgrana una serie de situaciones familiares que llevaron a que su nacimiento ocurra en la Ciudad Blanca. Sus padres Ernesto Vargas y Dora Llosa Ureta vivían en Lima, pero las relaciones del joven matrimonio comenzaron a fracturarse rápidamente. Los endemoniados celos y el mal carácter de él fueron la causa. Entonces, con cinco meses de embarazo, Dora retornó con sus padres a sugerencia de Ernesto, a quien habían destacado a La Paz (Bolivia). No se supo de él hasta diez años después.
Mario creció con la idea de que su padre había muerto. Todas las noches, antes de irse a dormir, besaba la fotografía de un señor uniformado, a quien no conocía pero estimaba. Por eso su vida dio un gran vuelco cuando ya en Piura su madre lo cogió del brazo y le dijo “hoy conocerás a tu padre”.
Los primeros instantes
Según su partida de nacimiento asentada en la Municipalidad de Arequipa, el escritor vino al mundo la madrugada del domingo 28 de marzo de 1936. Sus chillidos estallaron en el segundo piso del 101 de la avenida Parra, antes conocido como Boulevard Parra.
Miss Pitcher, probablemente la única partera de la ciudad, ayudó en el alumbramiento. Minutos después esta misma inglesa atendería el nacimiento de Carlos Meneses, el actual director del diario El Pueblo de esta ciudad, quien ahora hincha el pecho por haber sentido las mismas manos que arrancaron al Nobel del vientre materno.
La casa donde nació MVLl pertenece a la familia Vinelli. Don Pedro Llosa Bustamante, abuelo de Mario, alquiló la segunda planta por sesenta soles. Mantiene las mismas características de los años 30: arquitectura neocolonial, paredes pintadas de rosado, jardín a la calle protegido por rejas negras.
Los herederos de los Vinelli, meses atrás, colgaron un letrero anunciando su venta. La avenida Parra ya no es un buen lugar para vivir. Se sitúa en uno de los bordes del centro histórico, donde predomina el caos vehicular, la delincuencia y el desorden comercial.
Curiosamente, hoy las autoridades mistianas quieren hacer del lugar un museo.
En esta casa, el pre y posnatal de Dora Llosa fue infernal. Su condición de madre soltera estimulaba las habladurías de un vecindario conservador. La hija de don Pedro vivía en la clandestinidad, no podía salir ni a misa. Al escritor nadie le quita de la cabeza que esa hostilidad social obligó al clan a emigrar a Cochabamba.
Diez años en Bolivia
El abuelo Pedro firmó un contrato para introducir el cultivo de algodón en una hacienda de Santa Cruz de la Sierra. El trabajo se extendió por diez años y de esa niñez en el corazón de Sudamérica Mario recuerda todo, como la casa de la calle Ladislao Cabrera, una mansión inmensa ubicada a pocas cuadras de la plaza principal.
Hoy, de esa vivienda de la infancia de Varguitas, donde hacía diabluras con sus primas, quedan algunos vestigios. Quizá el zaguán que devolvía su voz chillona en eco. Una parte la habita la familia Tapia Marzana, cuyos miembros también están orgullosos de su ex inquilino. Jorge Tapia Marzana muestra a quien quiera verlo un ejemplar de Los cuadernos de Don Rigoberto autografiado y con una dedicatoria para su madre: “A Carmen Marzana, Viuda de Tapia, con mucha nostalgia de la casa de Ladislao Cabrera, donde fui un niño feliz”.
Vargas Llosa se refiere con entusiasmo a esa residencia, además al cariño que le prodigaban abuelos Formaaños y devoraba historias de Sandokan, del lejano oeste, etc., las revistas Peneca y Billiken. Su imaginación comenzaba a excitarse. Una historieta con final impensado era lo mejor, pues él replanteaba la trama a su gusto. Asomaba también el fabulador.
Papa Noel aún no había reemplazado al Niño Dios. MVLl le escribía en la víspera de Navidad pidiéndole regalos. Recuerda una mañana de un 25 de diciembre y una escena inolvidable: varios libros alrededor de su cama.
No olvida las fiestas de carnaval, las jugosas salteñas bolivianas y por supuesto los amigos. Hay uno en particular, Mario Zapata, un compañero de carpeta, con quien se carteaba cuando regresó al Perú. “No sabes cuánto extraño Cochabamba y te digo que allá se vivía más feliz que acá”, dice en una de las misivas escritas desde Lima. Ya su padre lo había llevado de Piura y lo matriculó en La Salle.
Consagrado mundialmente, Mario regresó a Cochabamba a presentar uno de sus libros. “Aprovechó el viaje para volver tras sus pasos. Ingresó a la casa y comenzó a recorrerla”, dice Jorge Tapia Marzana. “Y recordaba las cosas que desaparecieron con el tiempo. Acá había un árbol, acá un patio”.
Del sur al norte
José Luis Bustamante y Rivero gana la presidencia de la República en 1945. Don Pedro Llosa, familiar del mandatario, es entonces designado prefecto de Piura. Era hora de empacar y volver al Perú. Después de un viaje agotador y con algunas bajas –sus primas se quedaron en Lima– la familia llegó al horno norteño. “Haber llegado al Perú me provocaba una gran exaltación, pero también fue traumático. En el colegio se burlaban de mí porque hablaba como serrano”, recuerda MVLl sobre sus compañeros del Salesiano de Piura.
Y si en Cochabamba se le introdujo la semilla, la vocación por la literatura prendió en esos soleados desiertos. La alentaban el abuelo y los tíos. En Arequipa, en los Llosa, el referente literario más fresco era el padre de don Pedro, Belisario Llosa, cuya novela, Sor Ana, obtuvo mención honrosa en un concurso nacional.
Vargas Llosa tiene recuerdos muy vivos de la ciudad norteña: los algarrobos, la desaparecidamangachería, el barrio bravío a donde la policía no podía ingresar, el puente viejo que conducía a la Casa Verde, el prostíbulo, etc.
Con su padre a Lima
Conocer a su padre en esas circunstancias le provocó una gran decepción. El señor de la fotografía que besaba todas las noches antes de dormir no se parecía en nada a este de carne y hueso, calvo y con una mirada severa.
Su padre también experimentó un sentimiento parecido, tampoco quería un hijo con pretensiones de poeta y torero.
Ernesto lanzaba diatribas contra los Llosa por haber criado a Mario con tendencia a la mariconería. Por eso se lo llevó a Lima a la mala y luego del segundo año de secundaria lo matriculó en el colegio militar, para que se haga hombre.
Quién lo hubiera pensado: la experiencia castrense ayudó al escritor a fraguar su vocación, pues sin quererlo, a la sombra de ese padre severo, se forjó el artista. Más tarde regresó a Piura a culminar la secundaria en el colegio San Miguel. José Estrada fue uno de sus profesores. Él lo apoyó de manera resuelta en la vocación que manifestaba. Estrada ayudó a la escenificación de La huida del Inca, su primera obra de teatro. En el colegio Mario destacaba en literatura, pero no en educación física.
Lugares inolvidables
Piura le proveyó, entonces, materia prima para los primeros libros. Así fue becado a Francia gracias al Desafío, un cuento inspirado en las broncas que se armaban en el cauce seco del río de Piura. Así también pudo escribir La casa verde, su segunda novela, basada en un prostíbulo instalado en medio del desierto, y la policial
Y es que Arequipa, Piura y Cochabamba marcaron a este niño genio que hoy es Premio Nobel de Literatura y orgullo del Perú.
PROPUESTA. Las autoridades de Arequipa lanzaron la propuesta de convertir la casa de Mario Vargas Llosa en un museo. Incluso el escritor fue consultado sobre la posibilidad y habría aceptado. Sin embargo, existe el temor de que la vivienda, ahora en manos de una inmobiliaria, sea demolida. Ahí el escritor nació y pasó su primer año de vida, con su madre.
Antecedentes
1936 EL INICIO. Nace Mario Vargas Llosa en una casa ubicada en el llamado Boulevard Parra, en Arequipa, donde vivió con su madre y abuelos maternos.
1937A BOLIVIA. La familia Llosa, encabezada por el patriarca Pedro Llosa Bustamante, parte a Cochabamba. En esa ciudad boliviana Mario vive nueve años.
1946 EL REGRESO. Eligen a José Luis Bustamante y Rivero presidente. El abuelo de Mario es designado prefecto de Piura y la familia regresa al Perú.
1947 hacia lima. Su padre se presenta en Piura y se lleva a Mario a Lima. Ingresa al colegio militar Leoncio Prado.
1951 EL RETORNO. Deja el colegio militar y vuelve a Piura para acabar la secundaria en el colegio San Miguel. Allá trabaja como reportero del diario La Industria y presenta su primera obra de teatro.
MVLl pide a la Unesco retirar premio Obiang
Un grupo de escritores y miembros de la comunidad literaria latinoamericana, entre los que destaca el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, envió una carta a la Unesco para pedir que se retire el premio de Investigación que lleva el nombre del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.
La razón: el presidente Teodoro Obiang es uno de los dictadores más represivos del mundo, según el escrito difundido por el embajador de México ante esa agencia de la ONU, Homero Aridjis.
“Nos alarma el mensaje que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) está mandando, al apoyar un premio que lleva el nombre de uno de los dictadores más represivos del mundo actual”, señala la carta.
La misiva, dirigida a los miembros del Consejo Ejecutivo de la Unesco y a la directora general de la organización, Irina Bokova, destaca que la misión de la agencia de “salvaguardar el libre flujo de ideas y de promover el acceso a la información será socavada si honra a un hombre cuyo gobierno manifiesta un desdén absoluto hacia estos conceptos”.
La invocación se produce a raíz de la apertura de la 185 sesión del Consejo Ejecutivo de la Unesco y se suma a la condena que ya hicieron una treintena de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
En tanto en Lima, el arquitecto Miguel Cruchaga, una de las personas más cercanas a MVLl, dijo que el ganador del Nobel de Literatura no está dispuesto a intentar nuevamente incursionar en la política “ya que tiene claro que su rol no está en ese campo. Su participación fue útil para el país, la vez anterior, porque logró crear una corriente, pero era otro tiempo”.
Fuente:
https://marioelescribidor.blogspot.com/2010/11/arequipa-cochabamba-y-piura-inicios-y.html
Fuente: geneanet,com
21 de marzo de 2010
Fuente: Los Tiempos de Bolivia
Texto | Anna Infantas Soto
«Como dice el poema: ‘Vida, nada me debes; vida, estamos en paz’»
• Alejada de la vida pública desde hace más de dos décadas, doña Julia Urquidi murió el miércoles 10 de marzo a causa de una complicación respiratoria. Tenía 84 años.
• Nació en cochabamba el 30 de mayo de 1926. Fue la cuarta de cinco hermanos. Se casó tres veces. No tuvo hijos. Fue la ex esposa del escritor peruano Mario Vargas Llosa.
“Ustedes, los periodistas, son muy embromados. Abren, hurgan y hurgan”, fue una de las primeras cosas que me dijo, en diciembre de 2002, Julia Urquidi Illanes cuando abrió la puerta de su casa en el residencial barrio de Sirari. Aún recuerdo su sala, aquélla donde pasaba casi toda la mañana leyendo y escuchando música, mientras el olor a tabaco consumía su tiempo. Era su refugio, donde tenía fotos por todos los rincones, imágenes de sus hermanos, de sus sobrinos, de la familia que tanto adoraba. Era inevitable no detenerse en cada portarretrato, mientras ella, delgada, levemente encorvada, de ojos claros y de sonrisa astuta, compartía generosamente sus recuerdos. Y es que la mujer era un torrente de ideas, un saco sin fondo de memorias. Sus palabras desbordan cualquier cuestionario, porque dentro de ella las ideas bullían a razón de 76 años de lucidez. Con un aspecto de señora implacable, tenía congelado en su porte y en su mirada esa rebeldía que la hizo famosa, pero también esa vivacidad y energía que tal vez fue la que enamoró al peruano Mario Vargas Llosa y que lo inspiró a escribir la novela “La tía Julia y el escribidor”. Fueron más de dos horas de una inolvidable conversación. De aquella mañana no sólo quedan 12 páginas de una larga transcripción, sino también parte del pasado que Julia Urquidi se atrevió a develar con mucho aplomo y serenidad. Algunas de ellas salieron publicadas en 2003, pero muchas otras, quizás las más personales, las publicamos hoy… Aquí las palabras de una dama emblemática, que falleció la semana pasada a los 84 años.
- ¿Cómo es Julia Urquidi Illanes?
- Soy una persona muy sencilla, muy humana. En la amistad soy terriblemente leal y querendona. No tengo mal carácter, pero tengo carácter, que es muy distinto. No me dejo doblegar, siempre digo: ¿Y por qué? Tampoco lo hago por creerme superior, porque nadie es superior a nadie, sino por mí misma, por autoestima. Creo que no hay peor cosa que el egoísmo, que la envidia. Gracias a Dios, no sé lo que son esas palabras... Créame, ni en las cosas más tremendas que han pasado en mi vida he maldecido a nadie, jamás he sentido rencor.
- Si filmáramos una película de su vida, ¿con qué imágenes tendríamos que empezar?
- Con imágenes de mi niñez, de mi segundo matrimonio, de mi vida hogareña…
- ¿Fue una mujer de muchos amores?
- No, aunque parezca mentira. He tenido muchos enamorados, pero enamorarme, enamorarme... máximo tres veces en mi vida.
- ¿Cuántas veces se casó?
- La primera vez fue con un muchacho de La Paz. Viví cinco años en una finca en el altiplano, un lugar maravilloso a orillas del lago Titicaca. Una belleza. Estuve casada cinco años. Sucedieron cosas personales, desavenencias, cuestión de caracteres…
- ¿Ahí llegó a su vida Vargas Llosa?
- Yo era diez años mayor que Mario. Lo conocí cuando era chico, cuando vivía en Cochabamba, porque su abuelo era cónsul de Perú. Fui a pasar unas vacaciones en la casa de mi hermana, que es casada con Lucho Llosa, que es hermano de Mario. ¡Es un lío familiar tremendo!, porque Mario es primo hermano de su señora. Entonces, lo conocí y poco a poco empezamos a enamorar hasta que nos casamos. Mario tenía 19 años y yo 29. Me metí a la piscina y dije: “Bueno, veremos qué pasa, que me dure un año”, pero duramos nueve de casados y uno más en los trámites del divorcio. Mario se graduó de Literatura cuando estaba casado conmigo.
- ¿Qué la enamoró de él?
- Bueno, su forma de ser... Era muy tierno, sensible, discutíamos mucho sobre libros, leíamos entre los dos, íbamos al cine... Había varios puntos de contacto, era como si todo estuviese previsto para encontrarnos.
- ¿Nunca más lo volvió a ver?
- No. Se enojó cuando yo saqué mi libro “Lo que Varguitas no dijo”. Al Vargas Llosa de ahora no lo conozco. Hace muchos años que no sé nada de él. Sólo lo leo… ¡Ah!, y lo veo en televisión, y no me significa absolutamente nada.
- ¿Por qué se enojó?
- Porque dije la verdad. Despinté a Vargas Llosa y eso le dolió mucho. Tiene un ego muy profundo.
- ¿Y qué fue lo que Varguitas no dijo?
- Uhhhh, muchas cosas. Por ejemplo, él escribió “La tía Julia y el escribidor” sin consultarme, cambiando muchas cosas, tergiversando la realidad. Se hicieron telenovelas, películas... De todo. Nunca me dijo nada. Cuando nos divorciamos él me cedió los derechos de autor de “La ciudad y los perros”, que fue su primer libro y lo escribió cuando estaba casado conmigo, porque yo renuncié a pensiones, a todo, pero él me obligó, habló con mi abogado y me cedió los derechos. Cuando saqué mi libro, porque me harté de tanta mentira, se enojó y me quitó absolutamente todo. No tenía derecho a hacerlo, estaba en mi sentencia de divorcio. ¿Pero meterme en líos por dinero? ¡No! Además de por medio está mi hermana. Para nosotros, la cuestión familiar está antes que todo.
- ¿Qué le molestó de “La tía Julia y el escribidor”?
- Que negociara con un amor que fue muy lindo. Yo me divorcié porque él se enamoró de Patricia estando casados. Ella vivía conmigo en Perú. Son cosas familiares que no valen la pena contarlas y punto, cosas de más de 30 años que ya ni me acuerdo… Sacó unos derechos de autor bárbaros.
- ¿Fue al matrimonio de su sobrina?
- Al matrimonio no fui, pero los invité a mi casa cuando yo vivía en Washington. Llegaron allá, los fui a esperar, los recogí. Había una relación. Yo lo entendí perfectamente bien. Por eso te digo que uno tiene que comprender cuando el amor se acaba, no puede quedar ni odios ni rencores. No se puede obligar a los sentimientos.
- ¿Jamás sintió cólera?
- Ah, por supuesto que sí... Sobre todo porque hubo muchas mentiras, muchas cosas que no me gustaron. Por eso, creo que hay que ser sincero con los demás y con uno mismo. Las cosas se hacen hablando. Decir: “Bueno, esto es así, perdóname, discúlpame, pero tengo que ir por este lado”.
- ¿Cómo se decidió a escribir la respuesta?
- Cuando sentí que se estaba explotando mi vida, mi vida familiar. Además que en cada telenovela me aumentaban la edad. Mira, se hicieron dos telenovelas: una colombiana, que era espantosa, horrible. Yo le rogué que no la haga, pero no... Esto (el dinero) prima mucho. Después, hubo una película americana, que hace unos 15 días la vi en televisión... ¿Y no sabes quién me hizo la carátula de mi libro? Carlos Mesa. Carlos me ayudó mucho a corregirlo, a publicarlo.
-¿Usted ganó con su libro?
- Lo publicó Última Hora, de Mario Mercado, que, dicho sea de paso, nunca me pagaron los derechos de autor, sólo me dieron cinco mil bolivianos (risas). En serio, no me pagaron nunca y la venta fue buena. Era prohibido vender fuera de Bolivia, pero donde más se vendió fue en el exterior. He recibido cartas de los lugares más extraños por el problema del libro. Me felicitan por mi actitud, por mi valentía. Pero no crea que me santifico. Escribo los errores de él y los míos.
- ¿Errores?
- Muchos. El principal fue que él dejó de quererme, y el mío tal vez –como él me acusaba cuando yo me enteré de lo que había entre él y Patricia– eran los celos. Pero no eran celos, sino realidades. Nunca he sido celosa con Mario. Él era celoso conmigo, siendo 10 años mayor; yo no. Eso sí, nunca me hizo una escena.
- ¿Nunca más volvió a escribir?
- No. Fue su nacimiento y muerte. Podría escribir muchas cosas, pero, sabes qué, es muy doloroso sacar los recuerdos. No fui directamente a escribir, sino que hablaba. Llené 20 casettes por ambos lados y después compaginé. Tardé tres años en escribir. Hay muchas cosas que no quise decir, porque no valían la pena.
- ¿Varga Llosa leyó su libro?
- No sé, dice él que no, pero en una entrevista dijo que aceptaba un libro lleno de mentiras… Si no lo ha leído, ¿cómo sabe que hay mentiras? (risas). Mario hasta me dedicó la “Tía Julia...”, puso: “A Julia Uriquidi Illanes, a quien tanto debemos yo y este libro”. Por eso yo también le dediqué el mío a él: “A mi sobrino Mario Vargas Llosa”, porque ahora es mi sobrino político. Antes no era nada mío.
- ¿Cree que él cambió?
- Cambió hasta en su forma de pensar, porque era muy de izquierda. Mario iba a Cuba como quien iba a Cotoca. No sé por qué cambió. No tengo idea... Creo que tuvo cierto problema con un libro, con “La Casa de las Américas”, pero no estoy segura.
- ¿Postuló para ser presidente?
- Eso le ha valido para que nunca tenga el Premio Nobel de Literatura, por político. Cada año él postula, pero nunca sale. Una vez me preguntaron qué me parecía Mario como presidente. Yo le dije: “Para mí, por lo que él ha sido, por lo que ha luchado, creo que para él sería mejor el Premio Nobel que la banda presidencial de Perú”. Se ha sacado todos los premios habidos y por haber en el mundo... pero el Nobel, no. Y no creo que lo reciba, te vas a acordar de mí (risas).
- ¿Vargas Llosa hizo famosa a la tía Julia?
- Y yo lo hice a él. El talento era de él, pero el sacrificio fue mío. Me costó mucho. Porque sin la ayuda que yo le di no hubiera sido escritor. El trabajar, el ayudarlo, el copiar sus cosas, obligarlo a escribir, fue una ayuda mutua, los dos nos necesitábamos.
- Se dice que la prensa la persiguió mucho, pero usted…
- La vez que venía Mario a Bolivia, tenía que descolgar el teléfono. Me volvían loca. Me hartaron. Una vez le dije a un periodista por qué no la entrevista a su señora. “Porque su señora no tiene nada que ver en su vida de escritor”, me dijo. Ha venido hasta la BBC de Londres a hacerme una entrevista. Acepté porque me pagaron muy bien (carcajadas). Es la única entrevista pagada que he dado.
- ¿Cuándo dijo: ‘Ya no hablo más del tema’?
- El asunto estuvo muy trillado. Demasiado comentado, demasiado escrito... Ya no valía la pena, porque era repetir lo mismo. ¿Para qué? Cada quien que vaya por su camino, cada uno con su vida y ¡santa pascuas!
- ¿Doña Julia nunca pensó en tener hijos con Vargas Llosa?
- Esperé, pero lo perdí… Por eso me adueñé de los hijos de mis hermanas y los hijos de mis sobrinos me dicen abuela.
- ¿No se volvió a casar?
- Sí, pero fue un matrimonio absurdo, que ni lo tomo en cuenta.
- ¿No se quedó con ganas de nada?
- Mi vida fue plena. Amé, me amaron; fui feliz, fueron felices; me dieron, di… Creo que no hay que ser tan ambiciosa. Hay que dejar un poquito para los otros. Gracias a Dios, he vivido mucho y ha sido bien vivido.
- ¿Tiene cosas pendientes en la vida?
- Nada, como dice el poema: “Vida, nada me debes; vida, estamos en
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